- Begoña Gómez, la esposa del presidente Sánchez, sigue en el candelero. No hay telediario en el que no aparezca desde que un juez la tiene investigada por presunta corrupción. Pero Begoña tiene un marido que la defiende pidiendo aplausos para ella, cual musa del PSOE venido a menos.
- Se pasó don Pedro la campaña de las elecciones europeas pidiendo un aplauso para su esposa en cada mitin. Las ministras y ministros aplaudían a rabiar. Ver a la ministra de Economía gritando el nombre de Begoña como si Begoña fuera la última chica Almodóvar horrorizaba a las hemerotecas.
- También chirriaba en los medios de comunicación la imagen de los aplausos de los de la UGT a la esposa del Presidente. El susodicho allí estaba con la gorra roja del sindicato entre oreja y oreja. Sánchez reía como el Príncipe que salva a la doncella. Se ve que es un hombre romántico que cree tanto en el amor como en Begoña y tanto en Begoña como en el amor.
- Pedro Sánchez no le aplica a su señora la famosa frase «la mujer del César no solo tiene que serlo sino parecerlo» que se atribuye a Julio César, uno de los líderes más influyentes de la antigua Roma. La frase refleja la idea de que la esposa de un hombre poderoso, como el César, no solo debe comportarse con virtud y honestidad, sino también mantener una reputación intachable en público para preservar la imagen y el prestigio de su esposo.
- Cierto que nada tiene que ver el matrimonio de Pedro y Begoña con el matrimonio de Julio César y Pompeya. La pareja romana se casó el año 67 a.C. Pompeya era miembro de una influyente familia romana y su matrimonio con Julio César le otorgó aún más prestigio y conexiones políticas. A pesar de que no se sabe mucho sobre la relación personal entre Julio César y Pompeya, su matrimonio fue considerado exitoso desde el punto de vista político mientras todo iba bien.
- Sin embargo, en el año 62 a.C., su matrimonio se vio empañado por un escándalo conocido como los Misterios Bona Dea. Durante las festividades en honor a la diosa Bona Dea, celebradas en la casa de Pompeya, un joven noble llamado Clodio se disfrazó de mujer para infiltrarse en la fiesta exclusiva, lo que estaba estrictamente prohibido. Este incidente provocó un gran escándalo en Roma y llevó al divorcio entre Julio César y Pompeya.
- No creemos que la imputación de Begoña Gómez lleve a un divorcio en La Moncloa porque también el hermano pequeño de Pedro Sánchez anda con problemas parecidos. Manos limpias le ha encontrado motivo para denunciarlo y una jueza ya ha admitido la denuncia a trámite. Se llama David el hermano del Presidente Sánchez. También dará mucho que hablar.
- Pedro Sánchez debería, pues, estar estos días leyendo la biografía de Julio César. Seguro que quitaba alguna idea para su propia vida. A pesar de este revés en su vida personal, Julio César continuó ascendiendo en la política romana y eventualmente se convirtió en uno de los líderes más poderosos de Roma. Después de Pompeya vinieron otras mujeres. Se ve que creía en el amor. Su relación con Cleopatra también es famosa, pero eso es otra historia.
- Dicen que la historia siempre se repite. El tiempo lo dirá. El matrimonio entre Julio César y Pompeya terminó en divorcio debido a un escándalo público. La frase «la mujer del César no solo tiene que serlo sino parecerlo» refleja la importancia de mantener una reputación intachable para aquellos asociados (esposa, hermanos, etc.) con figuras poderosas como Julio César.
- De momento, el presidente Sánchez sigue siendo el César de La Moncloa con esposa empresaria, hermano músico trabajando en la Diputación de Badajoz en lo suyo y gente dispuesta a aplaudir. Un aplauso para Begoña, por favor, dice Sánchez. Begoña sonríe. Fue de mitin en mitin recibiendo aplausos.
- Los que hoy la aplauden serán los que mañana la abucheen. Por eso no debería Begoña sonreír tanto. No me extrañaría que dentro del propio PSOE esté cocinándose ya el recambio al Presidente del Gobierno porque en España tampoco se entiende que la mujer del César no parezca mujer del César.
- En la Asociación española por la Igualdad de género «Genus Aequalitatem» miramos con preocupación este panorama de presunta corrupción que salpica a la familia del Presidente Sánchez. Recordemos que vivimos una situación económica complicada con los repuntes continuos de alza de precios en productos de primera necesidad. ¿Tanto cuesta que los dirigentes políticos de este país sean honrados?… Nos indigna que, en vez de solucionar los problemas reales de la gente, la clase política de este país nuestro se llene los bolsillos.
- Nada les importa a Sánchez y a su esposa el precio prohibitivo de la luz, de los carburantes, la inflación imparable en los supermercados, los problemas de la educación, los problemas de la sanidad, el tremendo problema de la vivienda.
- Y no les importan estos problemas porque Pedro y Begoña tienen una excelente casa en propiedad, un porvenir asegurado y hacen lo que les viene en gana. La ética no va con ellos. Igual que tampoco va la ética con muchos otros políticos y políticas de todos los colores.