El machismo está muy presente en la adjudicatura. Lo compruebas con el mal hacer profesional de jueces como el titular del Juzgado nº 1 de Viveiro. El juez Pablo Muñoz Vázquez ve «normal» que graben a una mujer meando y suban los vídeos a páginas web pornográficas. Desestima la denuncia en el mes de marzo. Desestima el recurso. Entre las 87 mujeres (algunas menores de edad) que fueron grabadas orinando en un callejón apartado no estaban ni la esposa, ni la hija, ni la madre de su señoría. Tampoco estaba el juez Pablo. Así se explica la desestimación de la denuncia por parte de un juez que plasma sus ideas machistas en su trabajo.

El juez Pablo Muñoz Vázquez echa mano de una sentencia de la Audiencia de Pontevedra que no consideraba vulnerada la intimidad de un hombre que fue grabado manteniendo relaciones sexuales en el cajero de una entidad bancaria. Las comparaciones siempre son odiosas.  Más odiosas son cuando un juez las utiliza para dar rienda suelta al machismo que lleva dentro. Sólo por machismo ha sobreseído provisionalmente el caso, argumentando que las imágenes fueron «tomadas en público».

La Asociación Española por la Igualdad de Género «Genus Aequalitatem» le recuerda al juez Pablo Muñoz Vázquez que hay que cumplir el derecho al honor y a la intimidad garantizado en el artículo 18.1 de la Constitución Española. Es un derecho fundamental que se fundamenta exclusivamente con la Constitución. Mal vamos en esta España nuestra si los derechos fundamentales son papel mojado para la Justicia.

Desde la Asociación Española por la Igualdad de Género «Genus Aequalitatem» queremos mostrar nuestra solidaridad y apoyo a las mujeres de la Fiesta de la Maruxaina de Cervo. La desestimación del juez Pablo Muñoz Vázquez nos indigna a todas porque todas, y cada una de nosotras, somos las mujeres que orinaron en la calle a falta de servicios públicos. Todas, y cada una de nosotras, somos las mujeres que veis vuestros cuerpos vendidos en webs porno sin vuestro consentimiento.

 

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