• Cuando se acerca la fecha de las elecciones a la Xunta de Galicia se acerca peligrosamente a las playas gallegas el contenido perdido por un barco. Bolitas y más bolitas. La gente baja a los arenales para coger en sus manos lo que algunos ven como la contaminación de un nuevo Prestige en las costas gallegas.
  • Nada nuevo bajo el sol gallego. Galicia está delante de un corredor de barcos que llevan material de todo tipo. Que los buques pierdan unos cuantos contenedores entra en el riesgo que vivimos.
  • Pero al riesgo hay que ponerle límites para minimizarlo y parece que nada de eso estén haciendo los gobiernos central y autonómico. No tenemos noticia de que el Gobierno de España, con competencias en el litoral, pida ante los organismos internacionales competentes mayores medidas de seguridad en los barcos que pasan delante de nuestra fachada marítima. El Gobierno de Sánchez siempre está muy ocupado pensando en los votos de catalanes y vascos. Los demás no importamos.
  • Tampoco el Gobierno gallego se preocupa mucho por la seguridad marítima. Galicia es para el Partido Popular su mejor cortijo de votos rurales, conservadores y soñadores con un futuro individual mejor. Además, Alfonso Rueda, en su tono gris y aburrido, poco dice. El señor Rueda es un señor tan calladito que no lo oyen en Madrid.
  • En la villa y corte tenemos al fracasado señor Feijóo, pero creo que aún no se ha enterado del barco que va por el océano Atlántico repartiendo bolitas. Feijóo está estos días desaparecido en sus navidades de padre tardío. Entendemos que vivir una cabalgata de Reyes Magos a los sesenta años largos con un niño a hombros debe ser estresante. Ya se enterará de lo nuestro, es decir, del problema de las bolitas.
  • Quien sí se ha enterado es Ana Pontón. La señora dirigente del BNG está como si le hubiera tocado la lotería de un nuevo Prestige que la lleve hasta la presidencia de la Xunta. Se frota las manos. Las encuestas le están dando el segundo puesto y doña Ana se siente la primera de la clase después de un profesor que da pena, es decir, después del señor Rueda.
  • Las mujeres y hombres trabajadores de esta comunidad autónoma vemos el problema de las bolitas como lo inesperado que viene a fastidiar porque en esta Galicia nuestra amamos la vida tranquila. Encima hace frío. ¿Cómo estos políticos incompetentes dejan que pasen barcos con cascos como cáscaras de nuez? ¿Cómo no se controlan más a las navieras?…
  • Nos arropamos con las batas mantas mientras esta noticia de bolitas de plástico en las costas gallegas empieza a tomar cuerpo en los telediarios. Esta semana acaban las vacaciones de Navidad. Volvemos a trabajar. Las niñas y niños regresan a los colegios. Acabaremos de comer los dulces navideños en los desayunos para ahorrar en cereales caros. ¿Nos van a venir con otro barquito a fastidiar? ¡Quién sabe!
  • La Asociación española por la Igualdad de género «Genus Aequalitatem» siente preocupación por la posible contaminación de plásticos procedentes de un barco que pasó por delante de las costas de Galicia. Pero también queremos seguir expresando nuestras otras preocupaciones.
  • Por ejemplo, a Genus Aequalitatem le preocupa que siga habiendo casos de violencia de género, que las violencias machistas sigan siendo sufridas por muchísimas mujeres. No indigna la subida de precios de los alimentos de primera necesidad, la inflación que afecta a los carburantes y al resto de productos. Nos preocupa también la situación de desempleo que viven muchas familias gallegas.
  • Nos preocupa lo que no les preocupa a los políticos gallegos: el bienestar de las personas. Esperemos que no tengamos que darle prioridad en nuestras preocupaciones a la contaminación marina que hoy domingo ya se extiende a las costas de Asturias y del País Vasco sin que las autoridades competentes hayan organizado la recogida eficiente de bolitas.

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