- En la página web de Emprego Galicia hay un link que te lleva a la orientadora laboral. Pides cita y te recibe un señor o señora funcionarios en un despacho donde te orienta en tu búsqueda de empleo.
- Lamentablemente, las orientadoras y orientadores laborales de la Xunta de Galicia del señor Rueda no orientan a nadie. Se afanan en desorientarte. Te hablan de hacer cursos, de ganar puntos y de hacer más cursos.
- Miran en el ordenador un listado de cursos para desempleados y desempleadas que viene en la página web de Emprego Galicia. Pero no te dicen que esos cursos están al alcance del ratón de tu ordenador.
- Tampoco te comentan qué ayudas económicas hay para los alumnos y alumnas. Ni siquiera meten a todos y todas las que vamos a orientarnos en el itinerario que paga la asistencia a clase con 9 euros diarios. El itinerario, que se supone que es una ayuda al alcance de todos, acaba siendo una ayuda concedida arbitrariamente por el orientador de turno.
- Después todo es a medio y a largo plazo. Los cursos duran muchos meses, demasiados para la persona que busca un empleo. Un curso de Cocina se asoma a los nueve meses, sin ninguna garantía de obtener empleo cuando se finaliza. Lo mismo puedo decir del curso de Peluquería. Los cursos de comercio y marketing superan los seis meses de duración.
- No hay interés en la administración gallega en que las personas desempleadas encuentren pronto trabajo. Además, la gente que hace cursos no suma un número más a la cifra de desempleo. Son parados que se tapan, que se ocultan en las estadísticas oficiales. Son paradas y parados que se ningunean en la realidad contada por las cifras oficiales.
- Pero nadie dice nada. Nadie hace nada. Los sindicatos nunca defendieron los derechos de los trabajadores y trabajadoras desempleados. No es un colectivo que pague cuotas sindicales y, por tanto, no les interesan. El propio colectivo, siempre avergonzado, nunca se ha defendido.
- Ni siquiera protestan cuando las becas de los cursos para desempleados de la Xunta de Galicia se pagan al finalizar las clases. ¿No tenemos nada que decir cuando los bancos están negociando durante meses con un dinero que es nuestro? Callamos. Callan.
- En occidente triunfa la cultura del silencio. En esta Galicia nuestra protestar se considera mala educación. Callar se considera ser educaditos. El alumnado de los cursos de Emprego Galicia callan y cobran sus míseras ayudas cuando pasan los ocho meses, seis meses, cuatro meses que duran el curso.
- Para asistir a las clases de unos cursos que se supone que tienen que ser gratuitos, las alumnas y alumnos pagan de sus bolsillos los billetes de transporte y/o la gasolina de su automóvil. El dinero está en el banco multiplicándose en beneficios para la entidad financiera.
- Lo lógico es que las ayudas se les pagaran a las alumnas y alumnos con periodicidad mensual. Pero lo lógico no se lleva a cabo en la administración. Ni siquiera se lleva a cabo lo lógico en los centros que imparten los cursos. Abundan los malos profesores y el exceso de celo en el control de la asistencia a clase. No se le echa una mano a un alumno/a con faltas por conciliación familiar o por faltas por asistencias a médicos. Son unos cursos guardería de parados/as. Son los cursos que recomiendan hacer las orientadoras/es laborales de la Xunta de Galicia para que sigas en el paro eternamente.
- Por eso, la Asociación española por la Igualdad de género «Genus Aequalitatem» denuncia públicamente esta situación. Son muchas las mujeres con necesidad de conciliar formación y empleo con cuidado a niños y a personas dependientes que nos han hecho llegar sus quejas. Es una vergüenza que una administración pública no tenga en cuenta la conciliación familiar en cursos que tienen una beca de conciliación.
- La conciliación que les ofrece la Xunta de Galicia a los parados es inexistente. La orientación laboral que les ofrece la Xunta de Galicia a las parad@s es pésima. Tenemos una administración autonómica que genera con su ineficiencia parados de larga duración.