• La gente suele morir de pena. Un día te levantas triste y se te va el aliento al ver o imaginar delante a la última sombra, guadaña en mano. Volvemos a comprobar que se muere de pena cuando se acaba de saber que Silvia Tortosa desheredó a su marido Carlos Cánovas cuando supo que le era infiel.
  • Carlos, el último amor de su vida, un hombre más joven que la había introducido con éxito en YouTube cuando la catalana ya no hacía películas, le ponía los cuernos con una amante. Silvia se sintió cornuda y contrató a un detective para que siguiera a su joven marido.
  • No había lugar a dudas, Carlos tenía novia en secreto. Estaba esperando con su amor el adiós de la actriz. Iban a heredar mucho dinero de una intérprete que fue muy hormiguita durante su larga vida laboral. Como mínimo tendrían más de 500.000 euros en cash para caprichitos. Y habría mucho más.
  • Silvia, una catalana de la pela es la pela, tomó medidas. Fue al notario a redactar su noveno testamento. Citando a su aún marido por su nombre y apellidos dejó bien escrito que aquel hombre no heredaba nada. Tampoco iba a heredar Carlos el usufructo del viudo porque Silvia Tortosa se separó legalmente.
  • Lamentablemente, en la legislación civil de este país nuestro no se contempla impedir a ese marido desheredado el acceso a su pensión de viudo. Carlos Cánovas podrá solicitar en la oficina correspondiente de la Seguridad social su pensión de viudo. No es justo.
  • No, no es justo que tu marido tenga una pensión de viudo acostándose con la amante con la que te puso una cornamenta de cierva ibérica. La Seguridad social podría ahorrar mucho dinero quitando las pensiones de viudos a los maridos infieles a los que sus esposas han desheredado.
  • Dicen los medios de comunicación que la actriz Silvia Tortosa se ha vengado en su testamento del hombre del que estaba separada legalmente. Poca venganza nos parece y menos sabiendo que la infidelidad de su marido le ocasionó una depresión.
  • Carlos, su joven amor, la había decepcionado. No la quería a ella sino que quería sus ahorros. No estaba enamorado de su persona sino que estaba enamorado de su cartera. Silvia Tortosa no era más que la subvencionadora de un vividor con cama alternativa.
  • Estas semanas Carlos se deja fotografiar con la actriz Marina Lozano. Se ríen enamorados. Afortunadamente, hay un testamento que les impide reírse dentro de la fabulosa mansión de Silvia Tortosa en Puerta del Hierro. Ni Carlos Cánovas ni su nuevo amor podrán tocar un solo euro del patrimonio de la famosa actriz del destape.
  • En la Asociación española Igualdad de género «Genus Aequalitatem» lamentamos que la actriz Silvia Tortosa tuviera que hacer frente a una infidelidad en sus últimos meses de vida. Ninguna mujer merece ser engañada.  También queremos resaltar en este artículo la injusticia que se produce cuando una pareja infiel tiene acceso a una pensión de viudo/a, sobre todo cuando hay un testamento en el que se deshereda a ese esposo/a infiel.

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