Un paciente de psiquiatría del Hospital de Oza en Coruña, arranca una oreja a un vigilante de seguridad

Hospital de Oza, primera planta, la mitad psiquiatría, detrás de una puerta que abren a la llamada de un timbre. Delante, están los despachos de las trabajadoras sociales. Después, se encuentran las habitaciones de las personas en rehabilitación hospitalaria por ictus. Este es el escenario donde se produce una grave agresión a un trabajador de una empresa externa.
Suelen pasar estos incidentes cuando la sociedad tapa y esconde las enfermedades que no quiere ver. La salud mental es un tema tan tabú que no sabemos ni donde tratan los casos más extremos de estas patologías estigmatizadas.
Lo que sabemos es que de cuando en cuando la salud mental salta a las portadas de los periódicos con casos como la mordedura del paciente del Hospital de Oza a un vigilante. Dicen en los medios de comunicación que el hombre no estaba sedado. Tampoco parece que tenía medidas de contención (entiéndase estar atado) pese a que había tirado horas antes una silla en el comedor.
Miedo dan estos casos. Y más miedo da una administración que no se ocupa de la salud mental con una dotación económica suficiente. El SERGAS, muestra sus carencias y su mala gestión, en todas las áreas. No hay dinero. No hay ideas. No hay formación en los gobernantes. Solo hay un señor Rueda, presidente de la Xunta, nefasto, un PP que desgobierna en Galicia, un PSOE sobrado de corrupción en Madrid, una democracia en crisis y una crisis sin democracia.
En la Asociación española por la Igualdad de género «Genus Aequalitatem» demandamos al gobierno del señor Alfonso Rueda una mejor gestión de la Sanidad en Galicia y más medios económicos. Somos una sociedad envejecida, una sociedad en la que nacen pocas criaturas y se multiplica la ancianidad con enfermedades tan incapacitantes como las demencias. El PP que mal gobierna Galicia parece que no se quiere enterar. De lo único que se entera es de engordar los bolsillos de los que están en las poltronas de mando.
Demandamos y exigimos también una especial atención a la salud mental. No puede haber citas para psiquiatras con esperas de más de seis meses. No debería haber una psiquiatría basada solamente en apoyo farmacológico. No debería haber psiquiatras que escuchan más a los familiares que al enfermo. No debería esconderse a la luz pública el problema de la salud mental que afecta a muchas familias con pacientes con este tipo de patologías. Démosle luz a los problemas para ver entre todos y todas las soluciones.

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