• La familia perfecta de Castro Urdiales estaba formada por un matrimonio y dos niños adoptados en la lejana Rusia. Lo tenían todo: una bonita casa, buenos trabajos los padres, hijos adolescentes con un futuro prometedor, catequesis los domingos, amigas, amigos, familiares. Y todo lo que tenían se acabó con el asesinato de la madre, presuntamente, a manos de sus hijos.
  • Nadie se explica lo ocurrido. Los que los rodeaban los veían tan perfectos que no repararon en las imperfecciones que seguramente asomaban por los resquicios de una vida imperfecta de puertas para adentro. Había discusiones. Había peleas. Había unos niños que no tenían las notas que deseaba la madre. Había desencuentros.
  • Lo supimos cuando saltó a la crónica negra la noticia de que había una señora muerta con violencia en Castro Urdiales. El cadáver tenía una puñalada en el cuello, estaba maniatado y le había introducido la cabeza en una bolsa. Parecía un relato de una película de terror, pero era un caso real: habían matado a una vecina de Castro Urdiales.
  • Pronto se supo que los presuntos asesinos eran sus hijos adolescentes, dos hermanos biológicos originarios de la Rusia de Putin. Los amigos y conocidos empezaron a decir que no veían nada raro en la familia, una familia a día de hoy destrozada.
  • ¿Sufrían los hermanos de Cantabria os trastornos del espectro alcohólico fetal (TEAF)?… Se estima que el 50% de los niños adoptados en Rusia y en los países del Este los sufren.  Estos trastornos son un grupo de afecciones que pueden presentarse en una persona cuya madre bebió alcohol durante el embarazo. Están detrás de los problemas físicos y problemas del comportamiento y del aprendizaje que sufren estos niños.
  • Estamos hablando de muchos niños afectados. Tengamos en cuenta que la tramitación de expedientes de adopción internacional en la Federación de Rusia se inicia en 1997. Desde esa fecha hasta 2018, se adoptaron a 13.124 niños y niñas en Rusia.
  • En todo caso, no tiene justificación posible el asesinato de una persona. Ni siquiera los presuntos malos tratos alegados por el hijo mayor justifica que los dos menores acabaran, presuntamente, con la vida de su madre. El mandamiento del no matarás que tantas veces oyeron explicar en las catequesis de la iglesia parece que no iba con ellos.
  • La Asociación española por la Igualdad de género «Genus Aequalitatem» lamenta la muerte violenta de Silvia. Nada justifica un asesinato. Esperamos que se haga justicia y que los presuntos asesinos cumplan sus condenas.

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