• Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno de España Pedro Sánchez, ha sido objeto de atención mediática desde que su marido asumió el cargo en 2018. Con una carrera profesional en el mundo de la comunicación empresarial y la docencia, Begoña ha tenido que adaptarse a la vida pública y al escrutinio constante de los medios de comunicación. Es la mujer del César y no solo tiene que ser honrada sino parecerlo.
  • Nacida en Bilbao en 1975, Begoña dirige un máster en captación de fondos, además de la Cátedra en Transformación Social Competitiva en la Universidad Complutense de Madrid.  Se autodefine como «licenciada en marketing» pese a solo tener una tutulación privada carente de homologación oficial.
  • La mujer del presidente ha promovido algunos cursos polémicos. Por ejemplo, para enseñar a las empresas a captar los fondos UE que reparte su marido, o para promocionar el plan España 2050 del Gobierno de su marido.
  • La vida familiar de Begoña en La Moncloa no ha estado exenta de polémica. Se rumorea que la pareja atraviesa una crisis matrimonial y que podrían estar considerando el divorcio. A pesar de los esfuerzos por mantener las apariencias, las tensiones entre ambos son evidentes y han generado especulaciones sobre el futuro de su relación.
  • Por tanto, no sorprendería a nadie un divorcio tras los días de reflexión que se está tomando el presidente Sánchez sobre su continuidad en el cargo. El matrimonio presidencial no va a aguantar la imputación de la esposa. Como en todos los matrimonios, cundo los problemas entran por la puerta el amor se va por la ventana.
  • Además, Begoña llevaba años siendo objeto de acusaciones de corrupción. Se le acusa de haber utilizado su posición para obtener beneficios personales y favorecer a determinadas empresas vinculadas a su entorno familiar. Aunque las investigaciones están en curso, estas acusaciones han dañado su reputación y han puesto en entredicho su integridad.
  • La posibilidad de que Pedro Sánchez dimita como presidente del Gobierno debido a las acciones de su esposa es un tema muy debatido tras la carta a los medios de comunicación del presidente. Aunque el mandatario ha defendido públicamente a Begoña y ha negado cualquier irregularidad por parte de ella, la presión mediática y las críticas constantes podrían llevarlo a tomar una decisión personal drástica para proteger su imagen, sobre todo, tras la imputación de su esposa.
  • En medio de esta tormenta mediática, Begoña no dice nada. Calla. El marido hablará el próximo lunes para decirnos si se queda en la Presidencia del Gobierno de España o si se va. Ha suspendido su agenda hasta el punto de pensar en no aparecer en el inicio de la campaña electoral de las elecciones catalanas.
  • Pero nadie se atreve a pronosticar la decisión que tomará Pedro Sánchez. Es un hombre enamorado del poder que es capaz de cualquier artimaña para seguir ocupando su sillón en la presidencia del gobierno del Reino de España. Y algo tendrá que hacer tras la espantada. Tal vez plantear una cuestión de confianza en el congreso de los diputados. Tiene a sus socios dispuestos a ir corriendo a darle su confianza. Los separatistas no encontrarían a un presidente que los tratase mejor.
  • En la Asociación española por la Igualdad de género «Genus Aequalitatem» nos preocupa la situación política, especialmente por la repercusión negativa que pueda tener en la economía. Hay muchas personas con dificultades para afrontar sus gastos básicos en un país en el que la inflación sigue desatada. Las españolas y españoles no estamos para darle mimitos a un presidente del Gobierno que tiene una rabieta porque la madre de sus hijas va a sentase en el banquillo.

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Begoña Gómez, mujer del presidente del gobierno Pedro Sánchez.

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