• Solo hay una palabra para definir la final España-Inglaterra del Mundial de Australia que acaban de ganar las nuestras: Campeonas. El gol de Olga Carmona puso el 1-0 en el marcador. Se estaba cumpliendo el sueño de estas chicas de oro del fútbol español y se estaba cumpliendo el sueño de muchas mujeres de este país nuestro.
  • Por fin éramos nosotras, las mujeres, las que sentábamos ante el televisor a las multitudes. Éramos nosotras las que corríamos detrás del balón, las que tirábamos los córneres, las que pedíamos penaltis, las que nos tirábamos sobre el césped celebrando el golazo de Olga, nuestro golazo.
  • Éramos nosotras las que llorábamos y reíamos por la victoria que estábamos escribiendo entre todas las mujeres de este país: las abuelas, las no abuelas, las madres, las no madres, las hijas, las nietas, las vecinas, las amigas, las compañeras.
  • Éramos nosotras las Reinas con nuestra Reina en la tribuna representando la España en femenino que aplaudía de punta a esquina del país dejándonos las manos en un aplauso unánime.
  • Pero… ¿estaría soñando? me pregunté porque estaba asistiendo al cumplimiento de un sueño. Estaba y estábamos asistiendo a un capítulo de la historia del fútbol femenino que es más que fútbol.
  • Detrás de las once futbolistas que se dejaban la piel en el campo estaban las mujeres a las que no se le permitió jugar, las primeras mujeres que practicaron deportes federados, las mujeres que lucharon por la igualdad sin rendirse, …
  • Allí, con nuestras deportistas estábamos las mujeres que seguimos luchando por la igualdad en una lucha que no cesa porque solo contemplamos un resultado posible: la victoria en la que yo, mujer, soy igual que tú, varón, en derechos, obligaciones y libertades.
  • Pero no fue perfecto el día. Tuvo que venir el beso de Rubiales a joderlo todo. En el twitter empezó a ser trending topic el vídeo de un beso robado. El presidente de la Federación de Fútbol, sobrado de euforia, le plantó un beso en la boca al Jennifer Hermoso. A posteriori, la joven admite que el beso no fue de su gusto.
  • Dicen que no hay días plenamente felices. Deberíamos tener que hablar solo de fútbol, del partido, del gol, de los nervios, de la alegría del momento. Es lamentable que el señor Rubiales, muy machista en sus formas y muy exagerado en sus gestos, se haya convertido en noticia por un beso que la otra parte no quería.
  • A esta victoria de las nuestras le sobra un señor Rubiales que nada bueno hace al frente de la Federación de Fútbol. Ese individuo que huele a machismo rancio debería ser cesado.
  • En la Asociación española por la Igualdad de género «Genus Aequalitatem» nos disgusta y condenamos el proceder del señor Rubiales. Nosotras y nosotros llevamos desde el año 2007 luchando por la igualdad de género y combatiendo las violencias machistas. Un beso no deseado es una violencia machista.
  • En todo caso, ese beso que sobró no debe hacernos olvidar la importancia de la victoria de nuestras jugadoras. Son las mejores. Son las chicas de oro que llevarán merecidamente en sus camisetas la estrella de campeonas. Felicidades. La Asociación española por la Igualdad de género «Genus Aequalitatem» os felicita, chicas. Sois un ejemplo para las mujeres de hoy y para las mujeres de mañana.

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