- La violencia de género no sabe de clases sociales, ni de barrios, ni de países, ni de razas, ni de religiones. Afecta a mujeres por ser mujeres. Esta afirmación contundente la podemos hacer con casos como el del conde fascista que asesina a su esposa en la calle Serrano.
- El conde de Atarés y marqués de Perijáa era un presunto maltratador y un vecino violento. Todos lo sabían en el vecindario, pero ahí seguía con sus escopetas, sus arcos con flechas y la mala leche que tiene un aristócrata medieval en el siglo XXI.
- Ahora salen a la luz los testimonios de las vecinas y vecinos que sufrieron sus prácticas delictivas con las escopetas. Se veían venir los asesinatos de la esposa y de la amiga, cuidadora de su hija de diez años. Nada se hizo para pararlo a tiempo. En violencias machistas todavía no se practica la prevención. Triunfa el silencio donde debían triunfar las palabras que desenmascaren al violento y que lo aparten de la sociedad como la escoria humana que es ese individuo maltratador y potencial asesino.
- Por eso, en la Asociación española por la Igualdad de género «Genus Aequalitatem» animamos a las víctimas y a su entorno a denunciar a los maltratadores. No podemos callar. No podemos permitir más asesinatos de mujeres.
- Cuando tu marido, tu pareja te amenace cuéntalo, denúncialo, llama al teléfono 016. Date cuenta de que tienes delante a tu posible asesino, al ser despreciable que va a dejar a tus hijas e hijos huérfanos de madre, al individuo que va a acabar con lo más bonito que tienes: tu vida.
- Una denuncia puede salvarte la vida, salvar la vida de tu familiar, de tu vecina, de tu amiga, de la compañera de trabajo. ¿Cuántas y cuántos vecinas y vecinos de la calle Serrano estarán lamentando no haber denunciado al conde Fernando González de Castejón cuando lo veían pegando tiros en el patio del edificio?…
- No podemos ni debemos permitir la violencia en nuestros vecindarios. Vivimos en un país democrático. Las leyes nos protegen de individuos como el aristócrata de la calle Serrano de Madrid. Pidamos que se cumplan las leyes de nuestro país para evitar casos de violencia de género como el del conde fascista que asesina a su esposa y a una amiga en Madrid. Es de justicia.