• El capitalismo tiene solución a todos los males, pero siempre pasando por caja o, como diría Shakira, facturando. Si el pasado 16 de marzo era el supermercado Eroski el que sacaba «la cesta que enamora» con los precios de siempre, ahora es el Lidl quien intenta ser noticia con «la bolsa antidesperdicio».
  • Hay que reconocer que suena mal «la bolsa antidesperdicio», pero ¿qué nombre poner a las frutas y a las verduras pasadas de moda? Si en esa bolsa también se incluyen productos frescos con la caducidad casi en fecha o incluso pasada de fecha, el adjetivo «antidesperdicio» define a la perfección el contenido del paquete.
  • Resumiendo:
  • Eroski nos hace una lista de productos de bajo precio sin ofertas (no descuenta nada).
  • -Lidl pone en bolsitas los casi desperdicios de su sección de alimentos para que coman los pobres.
  • Y hay otra noticia que los amigos de Lidl consideran esperanzadora para el consumidor de escasos recursos: van a poner a la venta el pan atrasado a mitad de precio. Igual que nuestros abuelos en la posguerra, comeremos el pan cocido el día anterior, el día anterior del anterior y, tal vez la semana pasada. ¿Qué tal si miramos si el pan tiene moho? Muchas recordamos como nuestras abuelas nos contaban que el pan que cocían en los hornos de leña de las casas de la Galicia rural cada quince días se perdía, pero las familias lo comían quitándole el moho. A esas vamos.
  • En la Asociación por la Igualdad de género «Genus Aequalitatem» nos preocupa la seguridad alimentaria de la población. Las autoridades deberían regular los productos en límite de fechas de caducidad que se ponen a la venta. No vale todo.
  • Tampoco vale que se señalen una serie de productos en oferta sin rebajar ni un solo céntimo sus precios. Igual que en las rebajas, deberían señalar en las ofertas de alimentación el precio anterior tachado para garantizar la existencia de oferta.

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