• No ha tardado la ministra de Igualdad en ser noticia por el tema inmobiliario. Cuando aún no nos habíamos olvidado del chalé que disfrutó con su familia, salta a los medios la noticia del lujoso ático que ha comprado en la calle Clara del Rey del barrio Prosperidad de Madrid.
  •  Irene ha ido de lo bueno a lo mejor. Su chalé compartido con Pablo Iglesias estaba valorado en 600.000 euros. Los áticos dicen que vale 1 millón de euros. No se puede negar que la ministra tiene buen gusto. Es una pena que no tenga también coherencia y valentía para modificar su discurso político de acuerdo al mal ejemplo que da con su vida privada.
  •  Debería la señora Montero decir que es más del PP que las chicas del PP en su práctica cotidiana. Y además le gusta ser pija. El humilde barrio de Vallecas es cosa del pasado y el pasado es cosa del olvido. El presente es el barrio Prosperidad en su prosperidad pagada con los impuestos de todas y todos nosotras y nosotros.
  •  No le importa a doña Irene que la gente de a pie salga del supermercado con las bolsas vacías por no poder comprar alimentos a los precios que llevan. Le da igual que el aceite de oliva sea un artículo de lujo. Le resbala que las españolas y españoles no puedan hacer una dieta equilibrada por culpa de la inflación. Tanto le da que le da lo mismo que suban los precios de los potitos de los bebés y de las leches infantiles.
  •  Los hijos de la señora Montero y de Pablo Iglesias no tienen escasez de nada. Irene Montero nunca ha llamado a una asociación pidiendo compresas para ella ni ha llamado preguntando si se le pueden dar pañales para sus hijos. Es una ministra que vive en su mundo tan feliz que nos da asco por la apología que hace del pijerío en momentos de crisis económica con la inflación desatada. Por eso la Asociación española por la Igualdad de género «Genus Aequalitatem» le dice a Irene Montero que dimita. No es coherente. No es solidaria. No es ejemplar.
  •  La señora Montero está viviendo su vida de nueva rica con un Pablo que marcha y regresa a un hogar familiar que va de barrio caro a barrio carísimo. Todavía no ha dicho nada del ático. Pero seguro que dice que lo ha comprado con el dinero de la venta del chalé de Galapagar. A diferencia de muchas y muchos españolas y españoles, la ministra de Igualdad sabe multiplicar el dinero que se le acumula en millones. Debería contarnos como lo hace. Debería contarles a l@s madrileñas y madrileños que no encuentran piso en Madrid por menos de 800 euros de alquiler cómo se consigue un millón de euros para comprar un ático de lujo.

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