• Llega el 14 de febrero con la festividad del amor, con un Día de San Valentín que siempre ilusiona. Es un día que asocias con las flores, con el amor efervescente de la adolescencia, con los regalos originales que te hace tu pareja y que tú le haces a tu pareja. Hasta asocias el Día de San Valentín con El Corte Inglés porque, posiblemente, fuera en estos grandes almacenes donde compraste el primer regalo para él.
  • Pero el Día de San Valentín es por antonomasia el Día de las Flores del Amor. Se te van los ojos para esas rosas rojas llenas de vigor y recuerdas la primera flor recibida cuando no habías cumplido aún los 15 y tú misma eras una flor en un instituto de barrio.
  • La juventud, el amor, la ilusión. Creímos todos y todas en el amor, en aquel amor con besos que sabían a chicle. Nos ilusionamos con las primeras rosas que nos entregaban unos novios adolescentes sin preguntar si el dinero para comprarlas salía de una beca de estudios o de la cartera de su madre.
  • Permitidme recordar la rosa roja que nunca olvidaré. Fue una rosa robada de los jardines de La Coruña. Los supe el día 15, después de haber celebrado el día 14 derretida de amor. Habia encontrado en mi clase al hombre que me regalaba mi flor favorita y ya me veía en luna de miel en Cancún tras una boda con mi madre de organizadora del evento y mi padre pagando los gastos enfadado.
  • El día 15, tras ese día de San Valentín inolvidable, me dijeron mis envidiosas amigas que mi amor de instituto había robado las rosas rojas de un jardín recién inaugurado por el alcalde Paco Vázquez. Me enfadé. Yo no podía tener un novio ladrón. Era una joven de ideas claras y opiniones contundentes.
  • Hoy, cuando han pasado muchos Días de San Valentín, cuando he recibido rosas de todo tipo, regalos, he hecho regalos, comparto en el blog de la Asociación española por la Igualdad de género mi mejor Día de San Valentín. Y quiero animaros, junto con todas y todas mis compañer@s, la junta directiva y el presidente de la asociación, a vivir vuestro Día del Amor locamente enamorad@s. Nadie nos quitará lo bailado.
  • Nadie nos va a quitar el recuerdo de la primera rosa roja entregada por aquel adolescente que se sentaba delante de nuestra mesa en un humilde instituto público de barrio. Y ahora no me importa que la rosa roja fuera robada en un jardín que pagaron los impuestos de nuestras madres y madres.
  • No, no fue una rosa robada. Fue una rosa nuestra, muy nuestra. La mejor rosa. La más bonita.
  • Desde la Asociación española por la Igualdad de género «Genus Aequalitatem» felicitamos a todas las parejas enamoradas. Seguid así. Que la convivencia no mate el amor y que vivan siempre los mejores recuerdos en nuestras memorias.

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