• Las enfermedades que sufren los famosos se ponen de moda, ocupan espacio en los medios de comunicación y la gente habla de esas dolencias. Estos días se habla mucho de los ictus a raíz del que ha sufrido el hijo de Isabel Pantoja.
  • Dice el doctor Segura que el 50% de las personas menores de 40 años que han sufrido un ictus son consumidores de cocaína y de otras sustancias tóxicas. Es el caso de Kiko Rivera, todavía en el hospital, aquejado de esta grave dolencia.
  • Afortunadamente, el disc-jockey acudió rápido a urgencias al sentirse mal en plena noche y los médicos lo miraron bien. La rapidez es fundamental en los ictus. Cuanto antes se acuda a urgencias, y antes te hagan caso los doctores, mayor probabilidad tendrás de evitar la muerte y las secuelas.
  • En las últimas décadas los accidentes cardiovasculares han dejado de ser cosa de ancianos y ancianas. La gente joven se ve afectada por ictus, a veces, inexplicables. Las estadísticas recogen un incremento incesante de casos entre los 20 y los 64 años. Estamos hablando de 83.000 ictus de personas entorno a los veinte años. En porcentaje, el 0,5% del total de ictus, pero en aumento década a década. El cuerpo humano empieza a darnos problemas cada vez con menor edad.
  • La realidad también recoge estos casos en nuestro día a día. Somos muchos los que sabemos de una persona joven afectada por un ictus que le puede dejar secuelas para toda la vida o, directamente, acabar con su existencia.
  • Es necesario que las médicas y médicos sean formados en detectar ictus a los pacientes que acuden a urgencias. También es necesario que se cumplan los protocolos de acuerdo a criterios médicos, no al criterio político de ahorro que ha implementado el SERGAS en los hospitales gallegos.
  • Repito: el criterio político de ahorro que ha implementado la Consellería de Sanidade de la Xunta de Galicia en las urgencias de los centros hospitalarios gallegos. Este pasado verano he sido testigo de cómo se echaban de las Urgencias del CHUAC a personas que deberían haber quedado hospitalizadas. Mi padre fue una de esas personas. Lo echaron tres veces de urgencias del CHUAC antes de detectarle en el cuarto ingreso un ictus.
  • El protocolo de detección de ictus de la Xunta de Galicia es papel mojado. Lo establecieron en el año 2016. En el año 2022 no se está aplicando. El Partido Popular de los señores Feijóo y Rueda recorta en sanidad pública. Los médicos del SERGAS aplican «bien» los recortes.  Las estadísticas no recogen los casos de personas con secuelas o fallecidas por haber sufrido un accidente cardiovascular que no les detectaron en las urgencias por las prisas de los doctores para vaciar las salas de observación.
  • En la Asociación española por la Igualdad de género «Genus Aequalitatem» exigimos al Gobierno gallego una actualización del protocolo de ictus y su cumplimiento. En urgencias no puede haber prisas cuando un paciente presenta síntomas de accidente cardiovascular. Tiene que primar la salud.
  • Además, el supuesto criterio economicista que se ha impuesto en las urgencias de los hospitales gallegos acaba saliendo muy caro. Nos lleva a mayores costes para la sanidad pública y a mayores costes para las familias.
  • Si un ictus es correctamente detectado en el primer ingreso, es probable que a ese paciente no le queden secuelas o las secuelas que le queden sean menores. Esto conlleva un menor gasto sanitario. También conlleva que los familiares no pierdan horas de trabajo y de ocio atendiendo al paciente.
  • La Asociación española por la Igualdad de género «Genus Aequalitatem» le desea una pronta recuperación a Kiko Rivera y a todas las personas que han sufrido un ictus. Recordamos que la rehabilitación posterior al ictus deja mucho que desear en hospitales como el Hospital de Oza de A Coruña. El DJ, si fuera un ciudadano de a pie de nuestra ciudad, tendría solo derecho a diez minutos de gimnasio al día de lunes a viernes. Así de pobre es la sanidad pública.

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