• Los precios del alquiler se ponen en las nubes. Los alquileres en ciudades de más de 50.000 habitantes están alcanzando sus máximos históricos sin que el gobierno del señor Sánchez haga nada efectivo para remediarlo.
  • Una se asusta con el precio medio del alquiler: 880 euros por un piso de 80 metros. Un sueldo. A una persona mileurista le quedarían 120 euros para pagar gastos de comida, suministros, calzado y ropa. Pero, ¿quién alquila un piso para vivir en soledad? Muy poca gente. La tendencia es compartir.
  • Compartes vivienda con tu pareja, con algún amigo o amiga, con los todavía desconocidos. Compartes para poder tener un techo alquilado en una España en plena emergencia habitacional.
  • Detrás de un precio de 11 euros por metro cuadrado tenemos incrementos que superan el 10% en 72 municipios durante el año 2021-22.
  • Un caso aparte son las localidades turísticas. Ibiza tiene alquileres de 22 euros por metro cuadrado. Un piso de 80 metros cuadrados saldría en 1.760 euros mensuales. ¿Quién puede pagar ese alquiler?… Desde luego no lo puede pagar la clase trabajadora.
  • Buscando explicaciones a este incremento del precio de los alquileres en toda España hay que citar varios motivos:
  • Los desequilibrios de oferta y demanda.
  • La evolución demográfica.
  • El endurecimiento del acceso al crédito hipotecario desde el estallido de la burbuja inmobiliaria de los primeros años del siglo.
  • La entrada de los fondos de inversión en el mercado del alquiler.
  • La turistificación de los alquileres.
  • Las tensiones inflacionistas.
  • En la última década, el porcentaje de inquilinos ha subido tres puntos. Es decir, hay mucha más gente que quiere alquilar una vivienda porque pueden permitirse comprarla.
  • Estos problemas de vivienda se extienden a toda Europa. En el viejo continente estamos viviendo en todos los países una crisis de asequibilidad de la vivienda. En España se agrava el problema por la política de vivienda que no tiene lo suficientemente presente el alquiler social. Seguimos con políticas centradas en la propiedad.
  • Solo así se entiende que el 2,5% de los pisos estén destinados al arrendamiento para hogares vulnerables. La media europea está en el 8%
  • Por eso podemos decir que en España nunca ha habido una política de vivienda pública para alquiler. Tampoco ha sido reclamada por los partidos políticos que dicen representarnos a la ciudadanía.
  • La Asociación española por la Igualdad de género «Genus Aequalitatem» reclama al Gobierno Central, autonómico y municipal una política de vivienda pública que acabe con los precios prohibitivos del alquiler.
  • En España se necesitan viviendas asequibles para que los jóvenes puedan emanciparse, formar una familia, hacer realidad sus sueños. Necesitamos viviendas para jóvenes y menos jóvenes. Ya es hora de que se cumpla el artículo 47 de la Constitución Española. 

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