• La muerte sorprendió a Thor demasiado joven. Cuatro años es edad de niño aun siendo mastín y grande. Con cuatro años tienes a un niño que se asoma a la vida entrando prematuramente en el colegio de mayores. Todavía le das la mano al niño o niña que hace preguntas que no ha acabado de responder la filosofía.
  • Thor saltó sin querer saltar la valla para el otro lado de la vida. Hizo como la Eva del paraíso feminizando su hombría de macho perruno. Quería ser el mejor perro, el mejor cavador de hoyos en la finca de Luis, el can más ladrador de Cambre, el más fiel amigo.
  • No se sabe qué manzana mordió Thor buscando la excelencia en sabiduría. Eva, la mujer que Dios hizo con una costilla de Adán, mordió la manzana prohibida, se la dio a probar al marido y siguió comiendo hasta acabar fuera del edén. Eran tiempos de cuentos bíblicos para explicar el origen del universo.
  • Las mujeres y hombres mirábamos los cielos ya entonces buscando respuestas a preguntas sobre las estrellas, los astros, los planetas. Veíamos osas mayores y osas pequeñas. Descubríamos nuevos cometas. Y en el Nuevo Testamento aparecía una estrella en Belén llevándonos a un pesebre. Nacía un niño pobre. Un salvador. Un mesías.
  • La vida es eso: un ciclo de nacer, crecer, desarrollarse y morir. Lo decimos también en economía cuando hablamos de los ciclos de vida de los productos y de las empresas. Los economistas intentamos evitar finales con estrategias adecuadas a la fase del producto. Pero a veces no funcionan y el producto llega a su fin.
  • Igual que Thor, el bellísimo perro que recibió digna sepultura hoy día 21 de febrero y martes de Carnaval. Llegó a su fin con cuatro años, lleno de belleza, fuerza, ladridos, juventud.
  • Murió tan atractivo como aquel James Dean que dejó a Hollywood huérfano de un rebelde con causa. Thor nos deja a las voluntarias y voluntarios de la Asociación española por la Igualdad de género «Genus Aequalitatem» huérfan@s de sus ladridos que nos llegaban a través del teléfono móvil de nuestro Presidente. Deja también a Luis con el dolor de perder a uno de sus mejores amigos.
  • Pero la vida sigue. Thor, ahora en silencio, será esa nueva estrella que brilla en el cielo tras alcanzar su eternidad. Seguro que ya se ha hecho jefe del Reino de los Perros, lleno de juventud y de brío. Seguro, también, que mira hacia abajo de vez en cuando con ganas de volver a ladrar.
  • D.E.P.

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