• Ganar o ganar. Ese es el problema de las chicas de la Selección española de fútbol femenino con su entrenador. Pero no siempre se puede ganar. Incluso, cuando se tienen las mejores jugadoras de la historia del fútbol femenino español, se producen derrotas. El señor Vilda debería saberlo sin que las futbolistas españolas se tuvieran que poner en pie de guerra.
  • A menos de un año para el Mundial la cosa anda mal entre las futbolistas y el seleccionador. Empezó a ir mal cuando la selección cayó derrotada en cuartos contra Inglaterra en la Eurocopa. Vilda quería ganar. Las chicas también. Pero no pudo ser. Fueron aguantando hasta la prórroga mal como pudieron. En la prórroga vino la derrota, la decepción y el cabreo.
  • Pasaron las semanas yendo de mal a peor el enfado. Nuestras mejores futbolistas se fueron uniendo hasta pedir la salida del entrenador. No quieren a Jorge Vilda. Se lo dicen a la Federación en un correo electrónico. También dicen en ese correo que no quieren ser convocadas por motivos de «estado emocional».
  • En la Asociación española por la Igualdad de género «Genus Aequalitatem» las comprendemos y apoyamos. Este grupo de mujeres deportistas presionadas para ganar a toda costa tienen nuestro apoyo. Merecen ser tratadas como seres humanos, no como máquinas de ganar partidos, de ganar copas, de ganar portadas con fotos de abrazos que ocultan la presión que viven en el vestuario.
  • El deporte debe recobrar valores que ha ido olvidando. Se debe dejar de lado el ganar a toda costa. La vida es más que una medalla. La vida que merece la pena ser vivida es la vida que disfrutas haciendo lo que te gusta.
  • Nada se puede disfrutar el fútbol con un señor entrenador actuando más como un presunto inquisidor que como el animador de sus deportistas seleccionadas. ¿Han perdido una Eurocopa? No pasa nada. Habrá más Eurocopas.
  • Un entrenador o entrenadora debe ser una persona madura, que sepa aplaudir el acierto y que sepa animar cuando el balón no entra en la portería contraria. Parece que Jorge Vilda sólo sabe exigir triunfos.
  • Deseamos que Patri Guijarro, Aitana Bomnati y las doce jóvenes más, que piden jugar sin presiones inhumanas consigan el cambio de entrenador que necesitan. El señor Vilda haría bien en irse. O la Federación haría bien en echarlo.
  • Debemos apostar por un deporte que se disfrute, con deportistas felices, porque lo importante no es ganar medallas. Lo importante es disfrutar los partidos. Las medallas, las copas, las buenas clasificaciones ya vendrán. Que no se obsesionen el señor Vilda y los dirigentes de la Federación. Las chicas saben lo que hacen. Por algo son la mejor generación de futbolistas que ha producido España.

 

 

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Patri Guijarro, de la selección española de futbol femenino. Una de las 15 futbolistas que protestaron.

 

 

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