- En España, un número significativo de profesionales decide hacer una pausa en su carrera por diversas razones, siendo una de las más comunes las responsabilidades familiares. Este fenómeno afecta especialmente a las mujeres, quienes tradicionalmente asumen la mayor parte de las cargas familiares, como el cuidado de hijos y ancianos. En el año 2021 se hizo un estudio que concluyó que el 22% de las mujeres dejaban su trabajo para cuidar a sus hijas e hijos.
- Históricamente, las mujeres hemos desempeñado el papel de cuidadoras en el hogar, un rol que a menudo se asume socialmente y que implica un gran sacrificio personal y profesional. De acuerdo con los datos, las mujeres son más propensas a reducir sus horas de trabajo o incluso dejar su empleo para atender a las necesidades de la familia. Este sacrificio no solo impacta su desarrollo profesional, sino también su bienestar emocional y psicológico.
- No cabe duda de que las pausas en la carrera profesional pueden verse de manera positiva o negativa. Por un lado, pueden ofrecer una oportunidad para conectarse más profundamente con la familia y cumplir con responsabilidades que, de otra manera, podrían ser estresantes si se compaginan con una carrera a tiempo completo.
- Sin embargo, muchas personas, especialmente mujeres, pueden experimentar sentimientos de aislamiento, pérdida de identidad profesional y estrés. La satisfacción personal de cuidar a los seres queridos puede verse contrarrestada por la sensación de haber detenido su progreso profesional.
- Sumemos a estos dos casos, el caso de las mujeres que nos vemos obligadas a ser cuidadoras en contra de nuestra voluntad. Es políticamente incorrecto decirlo, pero debemos manifestarlo porque es una situación real. Somos mujeres que no nos atrevemos a quitarnos de encima las cargas familiares que nos agobian. Somos las que cuidamos a nuestros padres y a nuestras madres porque no hay plazas a precio asequible en las residencias. Somos las que quisiéramos meter al marido accidentado en un hospital y seguir yendo a trabajar. Somos las que llevaríamos a nuestros hijos e hijas a un colegio 24 horas al día si pudiéramos. Sí, somos las «malas madres», las «malas hijas», las «malas esposas», las malas hermanas», las «malas abuelas». Somos mujeres que desearíamos ser como esos varones que solo viven para ellos y disfrutan su egoísmo, con independencia de su estado civil.
- ¿Qué podríamos hacer para evitar dejar de trabajar en contra de nuestra voluntad? En la Asociación española por la Igualdad de género «Genus Aequalitatem» proponemos las siguientes medidas para reducir el abandono del trabajo debido a responsabilidades de cuidado:
- – Flexibilidad laboral: Ofrecer opciones de trabajo flexible, como el teletrabajo o horarios escalonados, permite a los empleados cumplir con sus responsabilidades familiares sin renunciar a su carrera.
- – Licencias de cuidado remuneradas: Implementar y ampliar las políticas de licencia remunerada para el cuidado de familiares enfermos o dependientes puede ayudar a aliviar el estrés financiero y permitir a los empleados mantener su empleo.
- – Servicios de cuidado accesibles y asequibles: Aumentar la disponibilidad y reducir los costos de servicios de cuidado infantil y de mayores.
- – Cultura empresarial inclusiva: Fomentar una cultura en el lugar de trabajo que apoye a los empleados con responsabilidades familiares y que no penalice a aquellos que necesitan tiempo para el cuidado.
- – Programas de retorno al trabajo: Crear programas que faciliten la reintegración de los empleados que han hecho una pausa en su carrera, proporcionando capacitación y apoyo para ponerse al día.
- Conclusión
- Hacer una pausa en la carrera profesional es una decisión compleja, influenciada en gran medida por las responsabilidades familiares. Se debe reconocer el sacrificio que hacen muchas mujeres y trabajar hacia un entorno laboral más flexible e inclusivo que permita a todos los trabajadores equilibrar sus vidas personales y profesionales sin tener que sacrificar uno por el otro. Con la implementación de medidas adecuadas, se puede crear un espacio donde las personas no tengan que dejar de trabajar en contra de su voluntad debido a las necesidades de cuidado.