• En 2025, se prevé un aumento significativo en las pensiones, con una media de 600 euros adicionales para los jubilados. Este incremento no solo tiene implicaciones económicas, sino también políticas y sociales.
  • Este aumento de las pensiones, anunciado por el gobierno del señor Sánchez, requiere una financiación. El gobierno podría recurrir a diversas fuentes, como el aumento de impuestos, la reestructuración del gasto público o la emisión de deuda.
  • Cada una de estas opciones tiene sus propias implicaciones económicas. Por ejemplo, aumentar los impuestos podría desacelerar el crecimiento económico, mientras que la emisión de deuda podría incrementar el déficit fiscal. Pedro Sánchez y los suyos ya han decidido que financiarán todo lo que tengan que financiar incrementando los impuestos, pero sin molestar mucho a la tercera edad.
  • Saben muy bien, nuestros dirigentes, que los pensionistas representan una parte significativa del electorado, y cualquier cambio en sus ingresos puede influir en sus decisiones de voto. Los gobiernos, conscientes de esto, suelen implementar políticas que beneficien a este grupo demográfico, especialmente en años electorales. El aumento de las pensiones puede ser visto como una estrategia para ganar el favor de los votantes mayores.
  • De lo que no suele hablarse es de las diferencias entre pensionistas. En nuestro país hay pensiones contributivas y no contributivas. Dentro de las pensiones contributivas nada tiene que ver una pensión mínima con la pensión máxima.
  • Así, no todos los pensionistas se benefician de la misma manera de los aumentos en las pensiones. Aquellos con pensiones más bajas pueden ver un impacto más significativo en su calidad de vida en comparación con los que ya reciben pensiones más altas. Esta disparidad puede generar debates sobre la equidad y la justicia social en la distribución de los recursos públicos. Incluso se podría debatir si resulta justo que se incrementen todas las pensiones. ¿Se deberían incrementar las pensiones más altas? ¿O deberíamos incrementar solo las pensiones bajas para reducir la diferencia entre pensionistas ricos y pensionistas pobres?…
  • Pongamos números a esta reflexión de pensionistas diferentes por cuantías de sus pensiones. Esta es la información sobre las pensiones máximas y mínimas:
  • Pensiones Máximas
  • Pensión máxima de jubilación: 3.175 euros mensuales (44.450 euros anuales).
  • Pensión no contributiva máxima: 517 euros mensuales (7.250 euros anuales).
  • Pensiones Mínimas
  • 1º.- Pensión mínima de jubilación:
  • a.- Con cónyuge a cargo: 1.033,30 euros mensuales (14.466,20 euros anuales).
  • b.- Sin cónyuge (unidad familiar unipersonal): 825,20 euros mensuales (11.552,80 euros anuales).
  • c.- Con cónyuge, pero no a cargo: 783,30 euros mensuales (10.966,20 euros anuales).
  • 2º.- Pensión mínima de incapacidad permanente:
  • a.- Gran invalidez: 1.174,90 euros mensuales (16.448,60 euros anuales).
  • b.- Absoluta: 783,30 euros mensuales (10.966,20 euros anuales).
  • En todo caso, el aumento de las pensiones tiene un impacto directo en el poder adquisitivo de los jubilados. Con 600 euros adicionales, los jubilados podrán cubrir mejor sus necesidades básicas, como alimentación, vivienda y atención médica. Además, este incremento puede permitirles participar más activamente en la economía, contribuyendo al consumo y al crecimiento económico.
  • En resumen, el aumento de las pensiones en 2025 es una medida con múltiples facetas que afecta tanto a la economía como a la política y la sociedad. Es crucial que se aborde de manera equilibrada para maximizar sus beneficios en una economía en la que hay mucha gente empobrecida por la inflación.
  • El equipo económico de la Asociación española por la Igualdad de género «Genus Aequalitatem» vuelve a señalar los efectos perversos de la inflación sobre las pensiones. No cabe duda de que la inflación es el impuesto de los pobres porque les resta poder adquisitivo de manera preocupante. Tan solo tienes que ir al supermercado para darte cuenta. La compra que hacías hace cinco años con 50 euros hoy necesita casi otros 50 euros para llevar los mismos productos en el carro de la compra.

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