Sr. Presidente del Gobierno, hace falta una 4ª dosis para proteger a nuestros mayores.

¿Es necesaria la cuarta dosis de la vacuna del covid-19? Es una pregunta que nos hacemos a raíz de los datos que publican las autoridades sanitarias.
El 17 de mayo de este 2022, España se situaba en riesgo medio con 846,55 positivos por 100.000 habitantes. El nivel de incidencia crece 60 puntos en las dos primeras semanas de mayo. Son datos preocupantes.
Más nos preocupan cuando vemos las edades de los afectados. La mayoría son mayores de sesenta años. Parece que el coronavirus se sigue cebando en la población de más edad.
Sanidad había acordado el pasado 13 de enero que las personas inmunodeprimidas recibirían una cuarta dosis de la vacuna contra el covid-19 a los cinco meses de la última dosis, en la línea de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.
La OMS aconseja la cuarta dosis de la vacuna anticovid para personas inmunodeprimidas y mayores de 60 años. Israel, Chile, Dinamarca, Hungría y Suiza son los países que ya comenzaron a inocular con la cuarta dosis, desde el mes de enero.
No hay un criterio común. Cada país hace un poco lo que le viene en gana. Dinamarca, por ejemplo, vacuna con la cuarta dosis a personas inmonodeprimidas, pero deja sin vacunar a los mayores de ochenta y cinco años. Debe ser que los políticos daneses consideran que una persona que va hacia los noventa merece más una tumba que una vacuna.
En nuestro país, el señor Sánchez tampoco quiere mucho al personal, lo voten o no. No tiene prisa en empezar a pinchar la cuarta dosis. La Comisión de Salud lo está debatiendo.
Seguirán hablando hasta otoño. Espero que no se nos mueran muchos mayores mientras ellos hablan, van de vacaciones de verano y regresan a decidir algo.
El equipo técnico de la Asociación Española por la Igualdad de Género «Genus Aequalitatem», analizados los datos de contagios, exije al Gobierno de colición del señor Sánchez y Unidas Podemos, la inoculación de una cuarta dosis de refuerzo para la población mayor de sesenta años y los inmonudeprimidos.
España no se debería quedar descolgada de los países que ya están poniendo a su población mayor y de riesgo la necesaria cuarta dosis de la vacuna anticovid.

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